Ana Diamela Eltit González (2018)

Es una de las
escritoras latinoamericanas más innovadoras. Su trabajo abarca una amplia gama
de producciones que han sido, principalmente, definidas como “narrativa”, y
publicadas bajo el rótulo de “novelas”, explica Mónica Barrientos en “La
construcción estética de la imagen en la performance Zonas de dolor de Diamela
Eltit”. En 1971 se graduó como Profesora de Castellano en la
Pontificia Universidad Católica de Chile y en 1976 se licenció en
Literatura en Universidad de Chile. Trabajó en distintos
establecimientos educacionales y algunas universidades norteamericanas: Stanford,
Columbia, Pittsburgh y Berkeley. Integró el Colectivo de Acciones deArte (CADA) una de las primeras asociaciones de arte en Chile, que
comienzan a experimentar con nuevas tecnologías y ella escoge el video. En 1985 recibió la Beca Guggenheim.
Su carrera artística
se dio a conocer con la publicación de su libro de ensayos Una milla de cruces sobre el pavimento (1980) y luego las novelas Lumpérica
(1983), Por la patria (1986)
y El cuarto mundo (1988), donde abordó la reflexión de
identidad latinoamericana. Otra obra, esta vez de carácter testimonial es El
padre mío (1989) cuya trama
coloca sobre el tapete corrupción y violencia. En 1990 es designada Agregada Cultural
en México, país en el cual escribió Vaca sagrada (1991) y en 1994 El infarto del alma y Los vigilantes,
además colaboró con la revista Crítica
Cultural.
“La narrativa de
Eltit conserva aún la marca del hermetismo y el desgarro que caracterizó a las
primeras manifestaciones estéticas surgidas durante el autoritarismo en Chile.
Es por ella que su trabajo ha sido descrito como neo-vanguardista, postmoderno,
experimental, rupturista” (Pino 2). En sus libros, rompe con la novela
tradicional a través de ambientes sórdidos y personajes marginales y se enmarca
dentro de la Generación del 87.
A lo largo de su trayectoria ha recibido una serie de reconocimientos y
en 2018 el Premio Nacional de Literatura.