Juan Guzmán Cruchaga (1962)

Estudió de Derecho,
carrera que no completó. Durante su juventud trabajó como reportero en El Diario Ilustrado; pero la poesía
siempre fue su motivación más grande. A los 19 años, comenzó a publicar sus
versos en Zig-Zag, transformándose Junto al brasero (1914), su primera obra
lírica, seguida de La mirada inmóvil (1919).
En ese período lanzó su primera obra teatral La sombra. Después apareció Chopin
(1919) y La princesa que no tenía
corazón (1920) y siguió con su trabajo poético Lejana (1920), publicada
en Argentina.
Trabajó durante 45 años
en el Ministerio de Relaciones Exteriores, terminando su carrera diplomática
como Embajador en El Salvador, hoy existe un monumento a su memoria en la Plaza
Chile de ese país.
Su vida lo mantuvo en
constante movimiento, marchando y dejando atrás con expectativas de nuevas
experiencias: “No hay dramatismo, ni voces desgarradas, ni superlativos en la
poesía, quien expresa los más hondos sentimientos en un leguaje casi de
silencios” (Tapia 168).
En 1922 retomó el teatro con El maleficio de la luna, publicó diversos poemarios y una antología con sus mejores versos. Su último libro Sed se imprimió en 1978. Su trayectoria y contribución literaria lo hicieron merecedor del Premio de Literatura en 1962.