Literatura Chilena

Generación
de 1927, Superrrealista
“La Generación superrealista
de 1927 también conocida como del 20, ha sido tal vez la de mayor relevancia y
éxito socio literario por su universalismo que lo llevó a estar al día con la
literatura europea, su espíritu de innovación, ruptura, experimentación, por la
representación de nuevas esferas y niveles de realidad como el onirismo, la
corriente de la conciencia, por la renovación de las estructuras artísticas,
estilos y técnicas de escritura, el uso de nuevas normas y experiencias
estéticas” (Carrasco 152).
Está integrada por
escritores nacidos entre 1890 y 1904 y extiende su vigencia entre 1935 y 1949. Reunió
a líderes indiscutidos del mundo literario como Alberto Romero, José Santos
Vera, Vicente Huidobro, Manuel Rojas, Pablo de Rokha revolucionando profundamente el campo literario y cultural de
Chile. Es un momento relevante de la literatura chilena por la cantidad y
calidad de autores, tendencias y obras.
Sus principales agentes
han sido escritores polémicos, ególatras y originales; profesores, académicos,
periodistas, ensayistas y críticos talentosos, apoyados por revistas
especializadas que comenzaron a publicar textos capaces de “superar el
naturalismo en la novela y de las formas sencillas que la literatura había
adquirido mientras contemplaba la elemental fisonomía del mundo propio… pocas
veces una generación se vio tan abocada a una tarea, ciñéndose a nuevas
fantasías. El superrealismo rechazó el lenguaje pintoresco y caracterizador que
se recogía con el afán de realismo e autenticidad” (Goic 251). Durante este periodo
se distingue lo imaginario, lo mítico, lo hostil y sufriente de la condición
humana, características presentes por ejemplo en Hijo de ladrón.
Generación del 38 o 42 Neorrealista: Siguiendo la categorización realizada por Cedomil Goic este periodo considera a los nacidos entre 1905 y 1919. Su gestación histórica se desarrolla desde 1935 hasta 1949 y su vigencia literaria se extiende de 1950 a 1964. Se desenvuelve como una Generación polémica de fuerte concepción político social. Muchos denominan este periodo como Generación del 38, por la relevancia de ese año en la historia de Chile, producto del ascenso al poder de Pedro Aguirre Cerda, pero también recibe el nombre de Generación del 42, asignado por Goic.
En el plano de la
producción literaria, constituyen una modificación importante en términos del
producto. Durante este período, comienzan a publicar con mayor frecuencia
escritores que provienen de los estratos populares, quienes no disponían de “los
métodos de la escritura de la alta cultura y únicamente eran capaces de hacer
retratos y transcripciones de esa realidad en un proceso escritural que carecía
de toda sofisticación” (Guerra 127). A
pesar de estas falencias lograron trasformar su trabajo en una tribuna para
denunciar los abusos sociales que enfrentaba el mundo popular.
En lo temático las
corrientes de la época comenzaron a reemplazar el Criollismo por la búsqueda de una visión más alejada de lo
rural. Entre sus representantes Goic
destaca a: María Luisa Bombal, Carlos Droguett, Fernando Alegría, Volodia Teiltelboim, Francisco Coloane, Óscar
Castro, Juan Godoy y Nicomedes Guzmán, quienes visibilizan la problemática de
los hombres desposeídos dejando atrás a el huaso, el roto, los bandidos o indígenas, únicos
representantes identitarios. Lon Pearson en Nicomedes Guzmán Proletarian Author in Chile literarh y
Generation of 1938 encontró nueve divisiones al interior de este
periodo: los grupos más contrarios al segmento proletario, que practica un realismo
socialista característico; los creacionistas seguidores de Vicente Huidobro y
los surrealistas agrupados en torno a Miguel Serrano. Los Mandrágora de Braulio Arenas y los Poetas de la Claridad de Nicanor Parra, no conformistas confirmados y
seguidores de García Lorca. Esta
tendencia literaria es también conocida como Neorrealismo Social,
Neonaturalismo, Neocriollismo o Neorromanticismo.