Literatura Chilena

La Generación del 72: Está conformada por escritores nacidos entre 1935 y 1949, cuyo período de
creación se extiende desde 1965 a 1979. También se le conoce como del 70 o Promoción Emergente e incluso del 60. Goic, explica que “muestran la
pronta y experta habilitación de todas las formas de la novela contemporánea
para expresar la contraposición de autenticidad e inautenticidad, apariencia y
realidad, verdad y falsedad (…) de un mundo larvario o de la precariedad de
todo lo real” (Fernández 572).
Pertenecen a ella Poli
Délano, Cristián Huneeus, José Luis Rosasco, Ariel Dorfman, Antonio Skármeta, Isabel Allende, Diamela Eltit,
Jorge Teillier, Floridor Pérez, Hermán Montealegre, Óscar Hahn, Raúl Ruiz, Pedro Lemebel y
Marta Blanco, entre otros.
Sobre el periodo Maximino González en “Claves para entender la literatura emergente de fin de siglo” explica que entonces: “las obras
literarias que se editan en su gran mayoría son financiadas por los propios
autores en sellos independientes, opción que el poeta o escritor elige y no ve
como transitoria; existe una propuesta escritural siempre al margen del
discurso literario comercial; apuesta por ubicarse en el campo no oficial de la
circulación literaria; opción por una distribución informal y la creación de un
mercado paralelo de lectores; temáticas contestatarias principalmente
preocupadas de dar cuenta de lo que no escribe la literatura de dominio
público; se observa inclusión de la literatura gay, la crónica marginal y la
poesía que recicla los fragmentos de lo soterrado” (9).
Generación de 1987: Está conformada por los nacidos entre 1950 y 1964, cuyo periodo de creación va desde 1980 a 2009. Se le conoce también como de los 80 o NN. Pertenecen a ella Ramón Díaz Etérovic, Marcela Serrano, Roberto Ampuero, Raúl Zurita, Marco Antonio de la Parra, Gregory Cohen, Ramón Griffero, Benjamín Galemiri, Roberto Bolaño, Juan Villoro, Alejandra Costamagna, Elicura Chihuailaf, Alejandro Zambra, Álvaro Bisama, Lina Meruane Rafael Gumucio y Pía Barros, entre otros.
El Ph.D. Spanish The
University of Texas at Austin, Estados Unidos, Rodrigo Cánovas, identifica tres
estilos de representación dentro de este periodo. La primera a cargo de Hernán
Díaz Eterovic y Diego Muñoz Valenzuela: “esta primera imagen generacional
reúne en un solo gesto la cultura y la política... y su resonancia como
voz generacional se irá apagando de un modo sostenido durante el transcurso de
la actual década” (17).
En el segundo está Marco
Antonio de la Parra y Arturo Fontaine Talavera. “Se distingue por reconocer un
maestro: José Donoso, privilegiar la novela
y proponer un nuevo papel social al escritor, ligado, ahora, a un mercado editorial
que le resulta propicio” (Cánovas 19).
La tercera visión
considera a los jóvenes asistentes al taller literario de Zona de Contacto
dirigido por Fuguet y ofrece “cuentos de consumo (...) historias rápidas,
digeribles, entretenidas” (Canovas 24). En tanto, el Doctor en Filosofía mención Literatura General de la Universidad de Chile,
Iván Carrasco establece cuatro grupos temáticos en el campo de la poesía
para este periodo: poesía neovanguardista; poesía religiosa apocalíptica;
poesía testimonial de la contingencia y poesía etnocultural.
Durante este periodo tuvo
especial relevancia el texto de carácter testimonial asociado a vivencias
asociadas a la situación política que enfrentó Chile y América Latina entre los
años 70 y 80, lo que se refleja en textos como El palacio de la risa de Germán Marín o Tejas verdes de Hernán Valdés. Alfonso Reyes afirma que estos
textos recogen la experiencia pura de lo humano. Esta definición corresponde a
lo que él distingue como literatura en pureza y sugiere que no debe confundirse
con la literatura ancilar, la cual se forma “cuando lo literario se vierte
sobre otras corrientes del espíritu” (23).
La Generación 2002: Está conformada por los escritores nacidos entre 1965 y 1979, es también denominada de los 90. Andrés Morales explica que “entre sus características sobresale la orfandad o disgregación del grupo, pues más que una entidad la constituye una serie de nombres o poetas separados que no poseen ni un programa común, ni una intencionalidad, ni menos una puesta en escena que proponga un cambio radical frente a sus colegas de la llamada N.N.” Otro aspecto radica en una formación literaria mucho más sólida que sus predecesores.
Pertenecen
a ella: Gonzalo Contreras, Alberto
Fuguet, Carlos Franz, Ana María del Río, Carlos Cerda, Darío Oses, Pablo Toro,
Sergio Missana, Gladys González, Diego Ramírez, Manuela Infante, Armando
Roa, María José Viera-Gallo, entre
muchos otros.