Marc Chagall: entre el color y la melancolía

Marc Chagall fue uno de los artistas más influyentes del siglo XX. “El único pintor que entendía el color”, como habría sostenido Picasso, informa Litoralpress. Sus obras se encuadran en un abanico de estilos modernos, donde predomina el Surrealismo y Cubismo.
Nació el 7 de julio de 1887 en Vítebsk, un pueblo de la Rusia Imperial, actual Bielorrusia, con el nombre de Moishe/Marc Shagal en Liozne. Ese día hubo un terrible incendio, que destruyó gran parte de su ciudad natal. Sus padres fueron Zachar, un hombre sencillo que trabajaba en una fábrica de arenque, y Feiga-Ita, hija de un carnicero que abrió una pequeña tienda donde vendía abarrotes. Él fue el mayor de nueve hermanos, siete mujeres y dos hombres. Era un niño soñador, pasaba mucho tiempo con su madre en el almacén. Era una familia de judíos jasidim, donde las fiestas eran escrupulosamente respetadas y celebradas con alegría. En tanto, Feiga quería que su hijo tuviera una buena educación y lo matriculó en el curso de comercio de cuatro años, el cual finalizó en 1905, explica el portal Morashá.
En 1906 se trasladó a estudiar a San Petersburgo, pese a la negativa de su padre, quien le dio 27 rublos, y el apoyo de Feiga. “Los primeros años en la gran ciudad son extremadamente difíciles. Como Chagall no tenía la autorización especial, sin la cual un judío no podía vivir en la ciudad fuera del Territorio del Acuerdo, pasó gran parte de su tiempo escondido”, puntualiza Morashá. Más tarde estuvo en la Escuela de Dibujo y Pintura Zvantseva. Allí, los maestros le presentaron obras de artistas de vanguardia como el impresionista Claude Monet. En ese periodo conoció a su esposa Bella Rosenfeld, hija de una familia de relojeros, con quién tuvo una hija, Ida.
En 1910 se trasladó a París donde predominaba el Cubismo. “Chagall se destacó entre sus contemporáneos por su capacidad de unir en una misma obra diversos recursos y estilos. Plasmar el amor en la representación plástica, siempre ha sido muy difícil, pero Chagall lo hacía con metáforas coloridas y brillantes, donde muchas veces su esposa era su modelo favorita”, explica Ralli Museo. Además de pintor fue ilustrador de libros, ceramista, pintor de vidrieras, diseñador de escenarios y tapicero.
En mayo de 1914 expuso con gran éxito en Berlín, pero: “La Primera Guerra Mundial lo retiene por ocho años en su país natal”, agrega Ralli Museo. Durante ese periodo fue director de la Academia de Arte de Vitebsk y el Teatro Judío de Moscú. En 1937 obtiene la nacionalidad francesa.
Durante la Segunda Guerra Mundial se mudó a Marsella y luego a Estados Unidos. En esa ciudad, junto a su esposa, pudo seguir con sus vidas y mantener contacto con otros exiliados como los pintores Fernand Léger, Piet Mondrian y el surrealista André Breton. Bella falleció en septiembre de 1944. Un año después inició una relación con la joven británica Virginia Haggard, de esta unión nació su hijo David. En 1952 ella lo abandonó por un nuevo amor, detalla Litoralpress. Ese año él contrajo matrimonio con Valentina ‘Vava’ Brodsky.
Entre su obras más importante destaca: La aldea y yo (1911. Museo MoMA, Nueva York). El cumpleaños (1915. Museo MoMA, Nueva York). El violinista verde (1924. Museo Guggenheim, Nueva York). Soledad (1933. Museo de Arte de Tel Aviv), Crucifixión blanca (1938. Instituto de Arte de Chicago), La Virgen de la aldea (1942. Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid). En 1964, por encargo de Charles de Gaulle pintó el techo de la Ópera de París. En 1977, fue condecorado con la orden de Legión de Honor de Francia. En 1981, recibió el Premio de la Fundación Wolf de las Artes de Jerusalén.
Chagall murió a los 97 años, el 28 de marzo de 1985, en Saint-Paul de Vence, Francia. Para los 125 años de su nacimiento (2012), Bielorrusia imprimió estampillas con un retrato de Chagall en su juventud, realizado por el artista lituano Yehuda Pen, a quien entusiasmó para que se fuera a estudiar a San Petersburgo.