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Molière: Hizo reír o pensar…

Molière es uno de los mejores escritores de la lengua francesa y la literatura universal. Su trabajo incluye: comedias, farsas, tragicomedias, comédie ballets. Es considerado el padre de la comédie francaise, en tanto, su dramaturgia caló hondo en el alma popular, pues las temáticas abordadas y el diálogo ágil y de fácil entender le otorgaron popularidad. Sus obras  han  sido  traducidas  o  adaptadas  a  muchas  lenguas y  todavía se representan con éxito.

Jean Baptiste Poquelin, más conocido como Molière, nació el 15 de enero de 1622 y se crió en París, en el seno de una familia burguesa liderada por el tapicero real Jean Poquelin y Marie Cressé. Su interés por el teatro se le atribuye a unos tíos que con frecuencia lo llevaban a ver representaciones, aunque no existen fuentes formales que sustenten esta tesis. Xavier Roca en “Aristóteles y el hijo del tapicero”, explica que fue “alumno de los jesuitas como Descartes y Voltaire… [y]  fue en el colegio de Clermont donde aprendió el latín que le abriría la puerta del universo cómico” (117). Su inicio en el campo de las letras y la dramaturgia no estuvo exento de dificultades, a tal punto que en 1645 fue encarcelado por deudas.

Su relación con las tablas comenzó en 1643, cuando constituyó junto a Madeleine Béjart, el "Ilustre Teatro", tras renunciar a la herencia familiar. Madeleine era su directora y Molière estaba enamorado de ella. Juntos iniciaron una larga gira por diferentes provincias de Francia. El repertorio incluía tragedias de Pierre Corneille, uno de los mejores dramaturgos franceses del siglo XVII, además de farsas y pantomimas al estilo de la Commedia dell ́ Arte, sin embargo, el éxito no llegaba.

Su primera gran comedia es, sin lugar a dudas, Las preciosas ridículas (1659), obra aclamada por el joven Rey Luis XIV, el Rey Sol, quien lo estableció en el Petit  Bourbon, una casa empleada por la compañía de Molière que se caracterizaba por sus amplios salones. Allí desarrolló su obra más representada, se trata de la comedia poética en un acto Esganarel o El cornudo imaginario, montada por primera vez el 28 de mayo de 1660. Se mantuvo en cartelera más de cuarenta días sucesivos.

El 20 de febrero de 1662 contrajo matrimonio con la joven Amande Bejart, hija de Madeleine.

Molière, intentó sobreponerse a la tuberculosis que entonces era una enfermedad casi siempre fatal. El 17 febrero de 1673, representando El enfermo imaginario, su última comedia, sufrió un ataque agudo de hemoptisis y falleció sin renegar de su profesión, considerada inmoral por la Iglesia. 

Bajo la ley francesa de aquel tiempo no estaba permitido que los actores fueran inhumados en un cementerio. En tanto, la viuda solicitó al Rey que tuviera acceso a un funeral nocturno, sin ninguna pompa ni cortejo, a lo cual accedió. 

Intención discursiva
Molière sentía un profundo respeto por la sabiduría popular. Claudia Gidi explica en “La seriedad y la risa en Molière de Sabina Berman” que puso: “a dialogar a personajes que encarnan diversas posturas éticas y estéticas”. Antes de estrenar sus obras se reunía con sus criados y les leía la obra a representar, si sus sirvientes se reían, entretenían y al final aplaudían, solo entonces accedía al estreno de la pieza teatral. Actualmente, lo anterior es parte de la estrategia publicitaria y da cuenta de su genio adelantado. “Aunque en Molière se actualiza una amplia gama de formas del humor, predomina en su construcción dramática la risa hiriente, que desde una perspectiva de superioridad juzga y critica”, agrega la autora. 

Molière creó personajes que han pasado a ser parte de la literatura mundial e insertos en el imaginario colectivo como “Don Juan” o Alcestes de El misántropo, comparables como “Don Quijote” de Cervantes o “Hamlet” de  Shakespeare. En sus obras fue despiadado con los falsos sabios, la mentira de los médicos ignorantes y la siutiquería de los burgueses enriquecidos. En tanto, ellas exaltan la juventud a la que quiere liberar de restricciones absurdas. 

Molière en las tablas chilenas
No existe en el mundo compañía profesional, universitaria o de prestigio que no haya montado una obra de Molière. En nuestro país, los teatros de la Pontificia Universidad Católica de Chile y el de la Universidad de Chile, representaron títulos como Las preciosas ridículas, El avaro (1668), El médico a palos (1668), El burgués gentilhombre (1670) o El enfermo imaginario (1673). La primera se presentó en el Teatro de Carabineros en 2014.

En tanto, la obra que lo consagró y enriqueció fue Tartufo (1664), una crítica al beaterio y la hipocresía. En los años 80 fue representada por la Compañía Teatral Los Comediantes, con Ana González y María Cánepa, en papeles protagónicos, con la dirección de Eugenio Dittborn y el teatro TEKNOS, de la hoy Universidad de Santiago, recreo La escuela de las  mujeres (1662) dirigida por Eugenio Guzmán Ovalle. 

En la actualidad la tumba de Molière  está en el cementerio de Pere Lachaise de París y en su honor se levantó una estatua en la esquina de la Rue Richelieu y la Rue Molière, en el centro de esa ciudad. Durante este año se está realizando una serie de homenajes en Francia y otros lugares del mundo, en el marco de la celebración de los 400 años de su nacimiento, para conocer sobre éstos es posible visitar el sitio: moliere2022.org