Pasión y romance en la ópera de Giacomo Puccini

Giacomo Puccini es autor de 12 óperas, algunas consideradas entre las más populares de nuestro tiempo: Le villi, Manon Lescaut, La bohème, Tosca, Madama Butterfly, La fanciulla del West, La rondine, Il tabarro y Turandot transformándose en heredero de la gran tradición lírica italiana, pero abierto a otras corrientes y estilos asociados al cambio de siglo, como el verismo, del cual fue su último representante. Se trata de una corriente musical profundamente influida por el realismo y el naturalismo literario y teatral, reflejando las pasiones más primarias del ser humano.
Nació en Lucca, Italia, el 22 de diciembre de 1858, hijo de Michele Puccini, quien murió en 1864 dejando a su viuda, Albina Magi, y siete hijos en modestas condiciones económicas. Se crio en una familia de músicos eclesiásticos, pues desde su tatarabuelo hasta su padre, todos fueron maestros de capilla de la Catedral de San Martín en Lucca, en La Toscana. En 1876 viajó a Pisa donde asistió a una representación de Aida de Giuseppe Verdi, ópera que lo motivó a incursionar en la ejecución de piano y órgano, destacándose en el medio local como intérprete de estos. Los principales salones e iglesias deseaban contar con su presencia.
Cursó estudios de música en el conservatorio de Milán entre 1880 y 1883. Su maestro Amilcare Ponchielli, lo instó a componer su primera ópera de un acto Le Ville, estrenada con éxito en 1884 en el teatro dal Verme, iniciando, paralelamente, su relación profesional con el empresario musical Giulio Ricordi. Más tarde llegó Edgar (1889). Su tercera ópera, Manon Lescaut (1893): “Es un clásico atemporal que sigue cautivando al público de todo el mundo. Su bella música, su cautivadora historia y sus inolvidables personajes la convierten en una de las mejores óperas de todos los tiempos”, señala Música Clásica BA.
En 1886 comenzó un romance con Elvira Bonturi-Gemignani, una mujer casada situación que los lleva a fugarse de Lucca junto con Fosca, hija de esta. El 23 de diciembre nace en Monza su hijo Antonio.
En 1896 se estrenó La bohème en Teatro Regio de Turín, ópera que narra las aventuras y desventuras de cuatro jóvenes bohemios que viven juntos en una buhardilla y captura la belleza y la tristeza del amor joven. En tanto, Tosca es la primera ópera del siglo XX y en ella: “La cantante Floria Tosca hará todo para salvar a su amado novio Mario Cavaradossi, condenado a muerte por esconder el paradero de un prisionero político prófugo”, informa Auditorio musical. La pieza se estrenó en 1900 en el Teatro Costanzi de Roma y en ella sobresalen aproximaciones al modelo dramático-musical de Richard Wagner.
Más tarde incursionó con Madama Butterfly, ópera que debutó en La Scala de Milán el 17 de febrero de 1904. Se trata de una pieza en tres actos en los que participan: “Un marino estadounidense de paso por Japón. Un matrimonio arreglado. Y dos personas que esperan cosas muy diferentes de ello. Para Pinkerton, el americano, se trata de poco más que un pasatiempo. Para Cio-Cio San, apodada Butterfly, es la posibilidad del amor, eventualmente, pero, sobre todo, de la seguridad económica. Pinkerton se irá, se casará con una buena estadounidense y Cio-Cio San tendrá un hijo, producto de la única noche que pasó junto al marino. La espera, la culpa, el desarraigo, la muerte serán los ejes de esta ópera”, explica El Teatro Colón.
Todas estas consideraciones, fueron las corrientes que alimentaron sus producciones, entre ellas Il Trittico, una trilogía compuesta por tres óperas de un acto: Il tabarro, Suor Angelica y Gianni Schicchi que representan el infierno, el purgatorio y el cielo respectivamente. Se estrenó el 14 de diciembre de 1918 en el Metropolitan Opera House de Nueva York. “Por su eclecticismo, acaso las que reflejan mejor la tendencia verista en Puccini”, agrega el portal de la afamada cantante lírica argentina Fiorella Spadone.
Turandot: “Narra la historia de la bella y cruel princesa china Turandot, quien somete a sus pretendientes a una prueba consistente en resolver tres enigmas, esperándoles la muerte si no son capaces de hacerlo” argumenta Spadone. La pieza quedó inconclusa, producto de su muerte, y más tarde finalizada por el pianista y compositor italiano Franco Alfano con la supervisión de Arturo Toscanini. Se estrenó el 25 de abril de 1926 en La Scala de Milán.
Puccini fue también un entusiasta del automovilismo, ya muy en boga a principios del siglo XX. En 1904 tuvo un accidente, viajaba acompañado por su esposa, su hijo y un mecánico, quienes salieron ilesos, menos él que se quebró una pierna.
Falleció el 29 de noviembre de 1924 Bruselas, Bélgica, debido a un cáncer de garganta; mientras trabajaba en Turandot. Grandes voces han cantado sus óperas entre estás María Callas, Monserrat Caballé, Luciano Pavarotti y Franco Corelli.
Después de su muerte se construyó un Mausoleo Casa Puccini en el parque de su residencia en Torre del Lago, próximo a Lucca, donde fue sepultado junto a su mujer e hijo.