Pedro Pablo Rubens: El maestro del Barroco Flamenco

Pedro Pablo Rubens es, quizás, la figura más importante del barroco flamenco. Dejó cerca de 2.500 composiciones y 10.000 obras de arte. Nació el 28 de junio de 1577 en Siegen, una localidad ubicada en el Sacro Imperio Romano Germánico, en el seno de una familia flamenca calvinista. “Su padre, Jan Rubens, abogado y regidor de Amberes, huyó de los Países Bajos españoles (actual Bélgica) en 1568 con su esposa, María Pypelinckx, y sus cuatro hijos para escapar de la persecución religiosa por sus creencias calvinistas”, explica Británnica.
Tras la muerte de su padre en 1587, la familia regresó a Amberes. Aquí asistió a la escuela católica de los jesuitas y más tarde a la del latinista Rombant Verdonk, donde profundizó conocimientos sobre cultura griega y romana. A los 14 años se transformó en aprendiz de Tobias Verhaecht, pintor especialista en paisaje, posteriormente, el maestro Otto van Veen le inculcó los ideales de la pintura clásica. Con 21 años, concluyó sus estudios, superando el examen de maestro ante la corporación de la Guilda de San Lucas de Amberes, algo similar a un gremio, a la que se incorporó como pintor autónomo.
Desde 1600 y por ocho años recorrió los principales centros artísticos italianos, donde copió obras maestras para la colección de su mentor, el duque de Mantua. En 1608, tras la muerte de su madre, regresó a Amberes y se casó un año más tarde con Isabella Brant con quien tuvo tres hijos y enviudó luego de17 años.
En 1622 visitó París, aquí la reina francesa María de Medici le encargó una serie de cuadros para el palacio de Luxemburgo. Fue su proyecto más ambicioso y consistió en una serie de 24 cuadros que inmortalizaban la vida de la soberana, para lo cual utilizó sus conocimientos de mitología y representaciones alegóricas realzando así la vida de la soberana, que carecía de grandes logros y acontecimientos, sostiene el portal My Modern Met.
En 1628 los virreyes de Flandes lo enviaron a España, donde se transformó en el pintor favorito del rey Felipe IV y trabajó como mentor del artista plástico Diego Velázquez. Un año después, mientras Europa enfrentaba una serie de conflictos, el monarca de Inglaterra Carlos I le encargó una delicada misión diplomática, lo nombró caballero y recibió un título honorífico de la Universidad de Cambridge. En 1630 se casó con Hélène Fourment, de esta unión nacieron cinco hijos.
Entre sus obras encontramos Tríptico de la Resurrección de la Cruz (1610-1611); La muerte de Séneca (1612-15); La muerte de Adonis (1614); La venus del espejo (1615); El rapto de las hijas de Leucipo (1618); Las tres Gracias (1635); Hélène Fourment con dos de sus hijos (1636); Autorretrato (1639); El martirio de San Andrés (1639), entre otras.
“Su estilo exuberante enfatiza el dinamismo, el color y la sensualidad. Sus principales influencias procedieron del arte de la Antigua Grecia, de la Antigua Roma y de la pintura renacentista, en especial de Leonardo da Vinci, de Miguel Ángel, del que admiraba su representación de la anatomía, y sobre todo de Tiziano”, puntualiza La Galería de la Colecciones Reales.
Paralelamente, “colaboró a lo largo de su trayectoria con varios artistas, entre los que se encuentran Jan Brueghel y Frans Snyders, y por su prolífico taller pasó un elevado número de asistentes y alumnos, destacando entre ellos Van Dyck” sostiene el Thyssen-Bornemisza. Falleció el 30 de mayo de 1640 en Amberes Bélgica