Salvador Dalí, ícono surrealista
Salvador Domingo Felipe Jacinto Dalí Doménech, Marqués de Dalí de Púbol, nació el 11 de mayo de 1904, en la localidad de Figueras, Cataluña. Fue pintor, escultor, grabador, escenógrafo y escritor, quizás el surrealista más popular y uno de los máximos exponentes mundiales de ese movimiento en la historia del arte europeo.
El término surrealismo tiene su origen en la palabra francesa surréalisme: sur (que significa sobre) y réalisme (realismo) acuñado en 1917 por el poeta, dramaturgo y crítico de arte Guillaume Apollinaire. Este movimiento buscaba explorar el subconsciente y desafiar la lógica convencional, creando imágenes desconcertantes a partir de objetos cotidianos, dando origen a una “súper realidad”. Su influencia alcanzó desde las artes visuales hasta la literatura, el cine, la música y la filosofía.
Hijo de Salvador Dalí Cursi, notario en Figueras y Felipa Domènech. “Tuvo un hermano que murió antes que él y sus padres le pusieron el mismo nombre, Salvador, consintiendo todos sus caprichos”, explica el portal Historia del Arte, más tarde nació Ana María.
Estudió en el colegio Hispano-Francés de la Inmaculada Concepción de Figueres. “Con un grupo de amigos de instituto, fundó la revista Studium, en la que publicó sus primeros escritos”, complementa Busca Biografías.
En 1922 ingresó a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid y entabló amistad con Federico García Lorca y el cineasta Luis Buñuel, instalándose en la Residencia de Estudiantes de Madrid. Ese mismo año, durante su etapa de estudiante en Madrid, se acercó al movimiento cubista, gracias a las lecturas de la revista L’Esprit Nouveau.
En noviembre de 1925 celebró su primera exposición individual en la Galería Dalmau de Barcelona, en la que presentó algunas obras de su juventud, pinturas de inspiración cubista y otras en que sobresalía el estilo pictórico de Jean-Auguste-Dominique Ingres. Posteriormente, marchó a París y se integró en el grupo de pintores y escritores surrealistas con Joan Miró y André Breton. También incursionó en el cine, colaborando con Luis Buñuel en la película Un perro andaluz (1929) y en teatro, diseñando en 1927 el escenario del primer montaje de Federico García Lorca, Mariana Pineda.
En 1929 conoció a la joven rusa Helena Diakonova Gala, 10 años mayor que él, casada con el poeta Paul Eluard, relación que no fue aprobada por su familia. En 1930 desarrolló una de sus principales contribuciones al surrealismo, su “método paranoico-crítico”, en el que a través de las teorías freudianas y la interpretación de los sueños que propone el psicoanálisis, cualquier imagen podía ser sometida a dobles lecturas. Dalí utilizó este proceso para crear obras cargadas de simbolismo, a través de representaciones realistas.
En 1934 fue expulsado del grupo surrealista debido a su ideología política y no reparó en insultos contra Breton. Ese mismo año se casó con Gala y se instaló en Italia para impregnarse del espíritu renacentista y de la pintura barroca. En 1936 participó en la Exposición Internacional Surrealista de Londres.
En 1940, debido a la Segunda Guerra Mundial, se trasladó a Nueva York. En esa permanencia escribió la novela Hidden Faces (1944). Cuatro años más tarde, retornó a España, “que estaba bajo la dictadura de Franco, y abrazó su régimen sin escrúpulos”, sostiene Historia del Arte.
Artistas como el estadounidense Andy Warhol lo proclamaron como una de las influencias más notables del pop art. En 1960 empezó a trabajar en un teatro y museo personal, en el edificio del antiguo Teatro Municipal, construcción del siglo XIX, destruido al final de la Guerra Civil, y que inauguró en 1974.
Entre sus obras más destacadas está Cisnes que se reflejan como elefantes, Metamorfosis de Narciso y La jirafa en llamas, todas corresponden a 1937. La tentación de San Antonio (1946), Los elefantes (1948), Cristo de San Juan de la Cruz (1951), La desintegración de la persistencia de la memoria (1954), La última cena (1955) y Torero alucinógeno (1970) En 1974 inauguró el Teatro-Museo Dalí en Figueres.
Fue un artista, extremadamente imaginativo, manifestó una notable tendencia al narcisismo y la megalomanía, cuyo objetivo fue atraer la atención pública. “Su personalidad excéntrica y su peculiar estilo de vestir contribuyeron a su fama. Con su bigote distintivo y su carácter excéntrico, se convirtió en un personaje público y controvertido” explica Arte Historia.
Falleció en Figueras el 23 de enero de 1989. Su sepultura está en el Teatro-Museo Dalí.