Periodo Precolombino

Pueblo Mapuche Pehuenche o Pewenche
En el período prehispánico los pehuenches ocupaban la zona cordillerana entre Chillán y Valdivia y se denominaban “gente del pehuén”, pues se dedicaban a la recolección de piñones, es la semilla propia de las especies de los géneros Pinus y Araucaria, actividad que se realizaba principalmente durante marzo; para lo cual los hombres trepaban a las araucarias antes de la plena maduración; o bien, recogían los frutos ya maduros que caían al suelo. “De los españoles aprendieron el uso del caballo lo que los hizo transformarse en hábiles jinetes y guerreros” (Fredes 30).
Se diferencian de los demás grupos mapuche por practicar la trashumancia a lo largo del río Biobío. Su organización era muy simple, ya que las diversas bandas que formaban este pueblo estaban dirigidas por un solo cacique; el que era elegido de acuerdo a los méritos mostrados en combate. Vivían en tiendas construidas con cuero de caballo.
Pueblo Mapuche
Los mapuche, que en mapuzugun quiere decir “gente de la tierra”, son el principal pueblo originario en Chile, asentado históricamente entre los ríos Itata y Toltén, territorio cuya ocupación comenzó mucho antes, pues: “los antecedentes culturales del pueblo mapuche se remontan a El Vergel y Pitrén, las principales culturas prehistóricas que habitaron estos territorios” (Aldunate 43), quienes fueron calificados como los antepasados directos de los mapuche y reconocidos por éstos como tales. Más tarde, realizaron una encarnizada resistencia a la dominación española que se extendió hasta la llamada Pacificación de la Araucanía, proceso que se le encomendó al General Cornelio Saavedra y se extendió entre 1861 a 1883.
En el siglo XVII y la primera mitad del siglo XVIII, se fortaleció el cacicazgo, produciéndose una fuerte jerarquización social para tiempos de guerra, donde nace la figura del toki, líder militar.
“Un elemento que define la economía del pueblo Mapuche es la costumbre de utilizar los recursos naturales existentes en su medio, dándole un uso responsable a los principales productos existentes en la tierra” (Consejo de La Cultura y Las Artes 87). Dentro de las actividades económicas está la caza, la recolección y la horticultura, centrada en hortalizas y otros productos como: la papa, el maíz, ajíes, porotos pallares, quinua, y diversas otras plantas cultivadas, para permitir una alimentación variada y generosa como dan prueba los testimonios tempranos”, agrega el documento.
La población de preferencia se ubicaba en las áreas que tuvieran grandes recursos alimenticios, así los lugares más densamente poblados eran la zona de Arauco, la vertiente oriental de Nahuelbuta, Angol y Purén, como también el extremo sur de dicha cordillera, Imperial. La ruka era la vivienda tradicional que se trataba de edificaciones de diferentes tamaños y formas.
Mario Poblete explica que el pueblo mapuche se caracteriza por la transmisión oral de saberes; mientras “la estructura social mapuche se basa en una unidad social básica conocida como lof, el cual corresponde a grupos consanguíneos basados, principalmente, en el parentesco”. El lonko corresponde al líder político y espiritual de cada lof, en tanto, “el Az Mapu es, pues, el código tradicional del Pueblo Mapuche, el cual dispone de una serie de normas muy estrictas, que son entregadas por las personas mayores de las comunidades, a través de los gülam o consejos y de los piam o dichos” (3).
En el ámbito de la espiritualidad, la figura mítica fundamental es el Pillán, espíritu del antepasado fundador del linaje. La Machi, por su parte, tenía el rol de “practicar la medicina mapuche con el objeto de sanar a los enfermos, intentando establecer el equilibrio entre el hombre y la naturaleza”. (Consejo de la Cultura y las Artes 78). Es importante mencionar, que cada machi tiene su propio püllü, espíritu, por tal motivo, no todos/as los/as machi son iguales.
A nivel ornamental sobresalen las joyas en plata, parte del atuendo típico de la mujer mapuche y un elemento importante de la dote matrimonial. La tradición textil combina colores y diseños se combinan según usos y significados tradicionales visibles para este pueblo, las que incorporaban en mantas y otros productos de lana. La producción cerámica destaca por sus vasijas con decoración modelada, que propone formas asimétricas que asemejan animales, explica el portal del Museo de Arte Precolombino.
Pueblo Mapuche Puelches
Antes de la llegada de los españoles, el territorio que comprende la Región de Los Ríos lo habitaron comunidades puelches o “gente del este”, quienes se extendían hasta Osorno, ocupándose principalmente de la caza del guanaco, para lo que utilizaban boleadoras y lazos.
Se agrupaban en pequeñas bandas nómadas y en su desplazamiento llegaban hasta las zonas de Río Negro y Neuquén en Argentina. Vivían en pequeñas edificaciones de maderas cubiertos con cuero de animal. Desconocían la cestería, la cerámica y el tejido, aunque adquirían mantas de los mapuches y españoles. Como adorno usaban aros metálicos grandes, collares de cuentas de piedra, etc.
En su religión se señala la existencia de un dios supremo llamado Gamakia. Rara vez se le rogaba directamente, las oraciones se dirigían a los espíritus de los antepasados, para que intercediesen, en tanto, los entierros se realizaban depositando junto al difunto sus posesiones personales al interior de pequeñas cuevas construidas para ese fin.
Pueblo Mapuche Cunco
Los cuncos es una agrupación culturalmente mapuche, que a la llegada de los españoles poblaba la franja costera que se extendía entre el río Valdivia y el Canal de Chacao, posteriormente se establecieron en la zona norte de la isla de Chiloé, aunque, “la zona del Golfo de Reloncaví constituyó, junto a las numerosas islas adyacentes, el establecimiento más numeroso del indígena local, por cuanto las condiciones del medio permitió la práctica de una economía mixta, basada en la agricultura y ganadería junto a la pesca y recolección marina”, explica el Portal de las Culturas Originarias de Chile.
Culturalmente tienen pocas diferencias con los puelches. Poseían embarcaciones de madera y sus campamentos estaban constituidos por frágiles chozas de palos y ramas.
Su economía estaba centrada en la recolección limitada a plantas y frutos silvestres y algunos hongos que crecen en los árboles. Una importante fuente de alimentación la constituyó el "curanto", herencia que se mantiene hasta hoy en día en el acervo cultural chilote.
Su establecimiento y modo de vida se ha definido como semi-nómade. Su número no debió sobrepasar las 3.000 personas, en tanto, “su mestizaje con el español de Chiloé terminó por hacerlos desaparecer como entidad étnica y cultural reconocible”, explica el Portal de las Culturas Originarias de Chile
Pueblo Mapuche Huilliches
Los huilliches o “gente del sur” se ubicaron entre los ríos Toltén y Reloncaví. No se comunicaban en mapuzugun, sino en un dialecto diferente conocido como chesungun, en el cual es posible encontrar ciertas diferencias fonéticas y fonológicas con el anterior.
Se les considera seminómades y tenían a la caza como principal actividad económica. Algunos vivían en bosques de araucarias y es probable que se consideraran a sí mismos pehuenches. Cultivaban papas, maíz y porotos. Se dedicaban a la pesca, recolección de mariscos y algas marinas, para ello empleaban embarcaciones hechas de madera conocidas como dalcas. Su población siempre fue más pequeña que las de los mapuche, aunque no se les asocia una habilidad guerrera. Se organizaban en familias de alrededor de 400 miembros que reconocen la autoridad de un lonko.
Pueblo Poya
Durante el período prehispánico habitaron el sector cordillerano de Llanquihue, Chiloé y Palena, Su densidad poblacional era escasa por lo cual la población desapareció rápidamente. “Se alimentaban fundamentalmente de frutos, raíces y carne de guanaco. Su organización social se basaba en la familia y practicaban la poligamia y poliandria (una mujer se casaba con varios hombres). Altos, corpulentos y de temperamento pacífico, en materia religiosa concebían una causa oculta que llamaban chahuelli, a la que ellos no tenían acceso, que podía ser origen tanto de cosas buenas como de malas, y explicaba los hechos que no eran comprendidos.
Las poyas no cuidaban de sus enfermos. Cuando alguno sufría un cuadro grave lo sacaban de la habitación, para que muriera en el exterior, ya que creían que si lo hacía adentro el lugar quedaba apestado con el chahuelli que había entrado con la muerte, explica el Portal de las Culturas Originarias de Chile.
Imagen: Recipiente: Figura masculina
Cerámica
Cultura Pitrén, 100-1100 d.C.
Zona centro-sur de Chile, Área Sur Andina
Colección Museo Chileno de Arte Precolombino,
MChAP 1885
200 x 130 mm