Julio Bustamante Lopehandía: Una carrera imitable

Julio Bustamante Lopehandía nació en Santiago, el 28 de marzo de 1878. Hijo de Julio Bustamante Valdivieso y Adela Lopenhandía Cruz. Estuvo en el Liceo Rafael Valentín Valdivieso y luego en el Instituto Nacional, donde estudió solo hasta los 16 años. Dejó inconclusos sus estudios, pues quería ser parte de la policía y fue contratado como telefonista en la 2ª Comisaría de Santiago durante seis meses, cargo que normalmente se desempeñaba ad honorem, mientras se conseguía una plaza en el escalafón de oficiales. Seis meses después se retiró para trabajar en el Banco Crédito Unido, donde permaneció hasta el cierre de la entidad.
Luego de su experiencia en el mundo privado, se reintegró a la Policía como Subinspector de la 4ª Comisaría de Santiago, destacando inmediatamente por el amor al uniforme, valor e iniciativa. En 1898 alcanzó el grado de Inspector y dos años más tarde ascendió a Subcomisario, destinado a la 9ª Comisaría. Su rápido ascenso en la institución policial se debió fundamentalmente al mérito, pues se encargó en varias ocasiones de detener a peligrosos delincuentes poniendo en riesgo su vida.
En 1905, durante los sucesos del 22 y 23 de octubre conocidos como la “Huelga de la Carne” tuvo una actuación muy destacada, incluso fue herido de gravedad debido a un impacto de una pedrada en el cráneo que lo tuvo al borde de la muerte. A consecuencia de estos sucesos en 1906 se crea la Brigada Central, unidad especial encargada de los servicios extraordinarios, y al Subcomisario Bustamante le correspondió formar parte de su organización a partir de marzo. En octubre del mismo año ascendió a Comisario y se le nombró jefe de la Brigada.
En 1908 fue comisionado a Iquique con el fin de reorganizar la policía y dos años más tarde formó parte, en representación de la Policía de Chile, de la comisión que viajó a Argentina, en el marco de la conmemoración del centenario de ese país. En 1912 ocupó el cargo de Subprefecto del Orden, grado máximo al que podían aspirar los Oficiales de Policía, porque el de Prefecto era facultad exclusiva del gobierno y recaía en civiles u oficiales de Ejército.
En 1919 se acogió a retiro por problemas de salud, sin embargo, en 1922 fue recontratado y nombrado Prefecto, constituyéndose en el primer funcionario salido de las filas institucionales en obtener este cargo. Un informe sobre la historia de la Prefectura de Concepción fechado en 1998 subraya que “hizo un papel brillante desde su alto cargo de Prefecto. Reorganizó algunos servicios, creó otros de positiva utilidad y aumentó las dotaciones y elementos de trabajo de las Unidades. Le dio a la Policía de la capital una estructura y organización más adecuadas y acorde con el progreso alcanzado hasta entonces”.
El 21 de abril de 1923 inauguró el Stadium Policial. Un año más tarde, cuando las Policías Fiscales se fusionaron, se transformó en el primer Director General de Policías, previamente, desempeñó un papel de gran relevancia en ese proceso.
El citado informe agrega que “con esta unificación se obtuvo un servicio policial urbano completamente uniforme en muchos aspectos, ya que todas las policías de las cabeceras de provincia y de departamentos quedaron comprendidas en una sola institución. De esta manera se terminó con el antiguo sistema de aislamiento o independencia que mantenían entre sí, cuyo estado producía entorpecimiento de todo orden, no sólo para la organización y mando de ellas, sino también, y lo que era peor, para el cumplimiento de la misión que les estaba encomendada”.
En noviembre de 1924 fue llamado a retiro nombrándose en su reemplazo al General Rafael Toledo Tagle, aunque se desvinculó definitivamente el 4 de octubre de 1925, recayendo su cargo en el Coronel de Ejército Bartolomé Blanche, quien permaneció en él hasta la fusión con el Cuerpo de Carabineros.
En 1932, durante el segundo gobierno de Arturo Alessandri, fue Intendente de Santiago. Hoy su legado se recuerda al interior del Museo institucional a través de un óleo sobre tela del pintor chileno, Manuel Huidobro Gutiérrez. El artista estuvo activo durante la primera mitad del siglo XX, por lo que es muy probable que el retrato haya sido ejecutado entre 1930 y 1940.
Bustamante falleció el 12 de septiembre de 1945.