1962: Nace una nueva profesión para la mujer chilena
La presencia de la mujer en las instituciones de seguridad pública en América Latina, es producto de una evolución paulatina y sostenida. Los esfuerzos por materializar la incorporación del género femenino en Carabineros de Chile comienzan en 1962. En tanto, la integración de estas a sus filas se desarrolló dentro del marco que entrega el ordenamiento jurídico nacional, considerando las condiciones históricas, culturales e institucionales que sustentaron la existencia de una carrera separada. Al principio, su labor se centró en la atención de detenidas en los cuarteles, el cuidado de los menores en situación irregular, recogidos por Carabineros, actividades de Tránsito, de Orden y Seguridad administrativas y atención de la Oficina de Informaciones policiales entre otras.
A través de una citación pública, realizada durante el invierno de 1962, se convocó a las jóvenes chilenas. A ese llamado se presentaron más de mil postulantes, para 104 vacantes. Entonces, no existían requisitos muy delimitados, por esta razón pudieron entrar las mujeres mayores de 21 años e incluso algunas casadas. El nivel educacional solicitado era 5° año de Humanidades, pero fue tal el interés despertado, que entre ellas había egresadas de diversas carreras universitarias. El primer curso de Brigadieres se dictó bajo la tutela de la Prefectura de Radiopatrullas y Tránsito, dependiente en aquel momento de la Prefectura General de Santiago que funcionaba en Ejército 97.
Las alumnas egresaron el 19 de diciembre de 1962, con el orden de antigüedad correspondiente a las notas obtenidas durante su proceso de formación, en asignaturas como derecho, idiomas, administración, instrucción militar y física, entre otras. El grado de Brigadier mayor recayó en Carmen Ferreira Berríos. Más tarde, ascendieron de acuerdo a los requisitos reglamentarios.
El grado de brigadier se fue extinguiendo a medida que las mejores antigüedades realizaban un curso para ascender a Subteniente, lo que implicó la desaparición de las brigadieras en octubre de 1974. Ese mismo año se creó el Escalafón Femenino de Orden y Seguridad a Contrata, para ayudar a las oficiales en sus labores.
El exitoso desarrollo de la labor social significó la creación de la Sección Policial de Menores. Ésta protegía a pequeños en situación irregular. Paralelamente, comenzó a operar la Fundación Niño y Patria, entidad privada de beneficencia de carácter social formativo, atendida por el Escalafón Femenino de la Institución, orientado a auxiliar a los menores vulnerables con acciones de prevención y asistencia.
Por falta de postulantes a los cursos de oficiales, estos se suspendieron en 1978 para reinstaurarse en 1989. Sin embargo, la función de la mujer dentro de la Institución rápidamente se fue incorporando en diversas áreas de trabajo. En 1990 las Oficiales del Escalafón Femenino acceden a los cursos que dictaba el Instituto Superior de Ciencias Policiales. Un año más tarde, con la finalidad de proyectar su carrera profesional se encuadra al Personal Femenino de Nombramiento Institucional en el Escalafón Regular de Orden y Seguridad.
En 1993 se integran, en calidad de alumnas las primeras mujeres de la Escuela de Suboficiales de Carabineros, para realizar el Curso de Suboficial Graduado. Por su parte, la forma en que se desarrolló la participación femenina y masculina en las tareas de Carabineros de Chile favoreció la creación de cursos mixtos. Actualmente, su trabajo no solo se enfoca hacia los menores y la familia, también abarca servicios generales de Orden y Seguridad, con la misma responsabilidad que el personal masculino e integran grupos de alta especialización, por ejemplo Fuerzas Especiales, Guardia de Palacio, Orfeón Nacional, GOPE, Prefectura Aeropolicial, etc.
Su carrera profesional, además, les permitía acceder a las más altas jerarquías tanto de oficiales (PNS) y suboficiales (PNI). En este contexto, destaca la primera mujer que llegó al grado de General: Mireya Pérez Videla, hecho que marcó un hito en Latinoamérica en 1998, al transformarse en el mejor ejemplo de igualdad de género dentro un sistema de policial militarizado.
En 2005 la Ley Nº 20.034 fusionó los Escalafones Femenino y Masculino de Oficiales en Carabineros de Chile, desapareciendo el primero, situación que trasforma a la Institución en un ente trasversal en materia de género.
Esta exponencial evolución de la función femenina dentro la Institución es particularmente relevante dentro de la exhibición del MHC. Gráficas y vitrinas ilustran y permiten al visitante observar una placa recordatoria entregada por la Organización de Naciones Unidas en Bosnia-Herzegovina. Una piocha perteneciente a la Guardia de Palacio y la gorra de la General Mireya Pérez entre otros objetos.