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Carmen Ferreira Berríos: “Dediqué mi vida y alma a trabajar en Carabineros”

1962 es un año inserto en la memoria de todos los chilenos, principalmente, porque nuestro país fue sede del Campeonato Mundial de Fútbol y alcanzó un histórico tercer lugar, pero este no es el único hito que cumple seis décadas y que merece ser recordado con orgullo. Unas semanas después, exactamente, el lunes 16 de julio el Instituto Superior de Carabineros dio la bienvenida a las alumnas que integraron el primer curso de la Brigada Femenina de Carabineros. Dentro de este grupo, compuesto por 104 mujeres, estaba Carmen Ferreira Berrios, la primera antigüedad de su promoción y, por lo mismo, Brigadier Mayor.

Llena de historias, anécdotas y también momentos difíciles que a su vez son un ejemplo de fortaleza, a sus 86 años (2021), recordó emocionada su carrera, los desafíos que enfrentó y qué la motivó a ingresar a la Institución. Luego de analizarlo, cree que fue producto de la admiración que despertaron en ella las enfermeras de guerra. “Mi papá, Alberto Ferreira, me llevaba al Teatro Principal, que quedaba en Unión Central con Ahumada, a ver las películas de la Segunda Guerra Mundial y me llamaban la atención las enfermeras de guerra”.

-¿Cómo era su vida antes de postular a la Institución?
- Yo no tenía relación con la Institución. Había terminado mi carrera de profesora en la recién fundada Escuela Normal, dependiente de la Facultad de Filosofía de la Pontificia Universidad Católica de Chile y a continuación hice la especialidad en Educación Física. Siempre quise ser profesora, me gustaba el magisterio, aunque nunca hice clases en Carabineros.

Mi mamá me comentó que faltaban tres personas para completar el curso, creado inicialmente para religiosas. Siempre fui muy buena alumna, saqué la mejor nota. El decano de la Facultad de Filosofía de inmediato me ofreció trabajo. Así me transformé en  profesora fundadora del Colegio San Ignacio de Pocuro, en paralelo, hacía clases de Educación Física en el Colegio Alemán y estudiaba Sociología en la misma casa de estudios superiores.

-¿Cómo se enteró del llamado que realizó Carabineros?
- Yo no estaba en la casa cuando apareció la noticia en la radio. Soy la mayor de seis hermanas y ellas me comentaron. Me interesó y partí a la Plaza de la Constitución, donde se estaba centralizando la postulación. Había cientos de mujeres y de repente alguien dijo: ¡Formar, formar! Sin darme cuenta estaba en una fila y entramos a rendir un examen. A los dos días llegó un radiopatrulla a la casa, causando los comentarios del barrio. El  objetivo de la visita era notificarme que fui aceptada y debía presentarme a rendir un examen presencial, ante una comisión y quedé. 

El curso se dictó bajo la tutela de la Prefectura de Radiopatrullas y Tránsito, dependiente en aquel momento la Prefectura General de Santiago, que funcionaba en Ejército N°97 y  se extendió hasta diciembre. “Egresamos un día 19 de diciembre de 1962.  Al poco tiempo un grupo de las 104 egresadas se retiró”, recuerda. 

Entonces, existían requisitos de ingreso muy delimitados, por esta razón pudieron entrar las mujeres mayores de 21 años, como Carmen Ferrería que tenía 25. El nivel educacional solicitado era 5° año de Humanidades, pero fue tal el interés despertado, que entre ellas había egresadas de diversas carreras universitarias, como ella. 

-¿Cómo fue su vida laboral?
- Mi primera destinación fue a una comisaría de mujeres junto a mi Coronel Juan Aliaga Medina, otro grupo se fue a menores. Tiempo después tuve que enfrentar un desafío importante, la zona central fue azotada por un terremoto magnitud 7,4, con epicentro en La Ligua. Fue muy duro, faltaban muchas cosas para la población, pero lo logramos. Esta gestión llegó a oídos del Presidente de la República, Eduardo Frei Montalva, más tarde, en una ceremonia realizada en la Escuela de Carabineros, rompió el protocolo y fue a saludar a una carabinero, para agradecer el apoyo que brindamos a la comunidad. Durante su gobierno seleccionaron a cinco de nosotros, para que prestáramos apoyo a las múltiples solicitudes de carácter social que llegaban diariamente a La Moneda. 

El sistema de notas eran igual al de los oficiales y se estableció que las alumnas egresaran con el orden de antigüedad correspondiente a las notas obtenidas. De acuerdo a lo señalado por el Coronel Diego Miranda en La policía de Carabineros. Ensayos históricos y biográficos (2004) las primeras 10 subtenientes de Carabineros de Orden y Seguridad de sexo femenino en la historia de Chile fueron: “Carmen Ferreira Berríos, Ingrid Olderock Bernhard, Georgina Rivera Lechat, María Teresa Miranda Becerra, Ruth Fuschlocher Baier, Gloria Chávez Alcalde, Brunilda Riveros Núñez, María Cristina Carrillo Díaz, Patricia Figueroa Carrasco y Estrella Escudero Yáñez”.

- Lo mejor y lo peor
- En Carabineros conocí a mi marido, el Teniente de Fuerzas Especiales Samuel Paschuan Miranda, estuvimos dos años y medio juntos, porque murió en acto de servicio. Él estaba en Fuerzas Especiales y me quedé sola con mi guagüita de seis meses. Fue una experiencia muy dura, hasta el día de hoy no acepto su muerte. Fue el gran amor de mi vida. A pesar de mi luto nunca dejé de ir a trabajar. 

Ya como Capitán, grado al que ascendí en 1972, me tocó formar el Departamento de Relaciones Públicas del Sename, antes Consejo Nacional de Menores,  donde me dediqué a realizar alianzas con el mundo privado en beneficio de los niños. Estaba en eso cuando ascendí a Mayor y me nombraron comisario de la 1ª Comisaria de Santiago, donde integré el rol con todos los comisarios de Santiago. 

Con el paso del tiempo me transformé en la 1ª Prefecto Femenina en la ya existente Prefectura de Menores. A la vez, soy la única que cumplió el tiempo en el grado y con ello se creaba el nuevo grado. Debo admitir que mi gestión fue públicamente reconocida, estuve en programas televisivos como “Almorzando en el 13”, salía en las revistas, en los diarios, era toda una celebridad. 

- ¿Cómo sintetizaría su carrera?
- Reconozco que pasé momentos lindos y otros que simplemente quedaron atrás, fue difícil ser la Brigadier Mayor, principalmente, por el tiraje del escalafón factor que generó algunas tensiones, pero a pesar de eso existe una gran camaradería entre nosotras. Creo que el más lindo recuerdo fue compartir con mis padres todos los ascensos y reconocimientos que recibí.

También, sin querer, acerqué algunos integrantes de mi familia a la Institución. Mi hermana menor es Comandante y tengo una sobrina que actualmente es Mayor. Desde el punto de vista negativo, a veces lamento haber dejado un poco solo a mi hijo, pero resumiendo me siento extraordinariamente realizada. 

La función de la mujer rápidamente se incorporó a diversas áreas de trabajo. El grado de Brigadier fue derogado, tras ascender las últimas mujeres a la categoría de Oficial el 28 de octubre de 1974. Luego, la Ley Nº 20.034 de 2005 fusionó los escalafones Femenino y Masculino de Oficiales, desapareciendo el primero, situación que transforma a la Institución en un ente transversal en materia de género y, por lo mismo, es un tema que merece ser recordado.