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Conservación preventiva: traslado de una pieza pictórica

El cuidado de las piezas patrimoniales, bajo la concepción de la conservación preventiva, es aplicable en lo cotidiano y permite reducir los deterioros y daños producidos por los diferentes factores medioambientales y una inadecuada manipulación.  Pero, ¿cómo se logra el correcto traslado de una pintura? Existe una serie de cuidados previos.

 

Los accidentes producto de la mala manipulación ocurren comúnmente y suelen ser graves, pues las pinturas sobre lienzo son vulnerables a golpes, caídas y vibraciones. Se tiende a pensar que los cuadros con marcos voluminosos son los que tienen mayor riesgo de caída, pero no siempre es así, ya que normalmente se toman precauciones extras, para garantizar su seguridad. Al interior de un museo o sala de arte las pinturas de gran tamaño, generalmente, se trasladan en un carro de transporte con estructura en A o una plataforma rodante y en este proceso participan varios manipuladores, para levantar la pieza; mientras otros actúan como observadores.

 

En nuestras casas lo común es tener piezas livianas, cuyos riesgos de manipulación son posibles de evitar.  Existe una serie de estrategias para prevenir daños por golpes o fuerza física, por ejemplo: instalación de tableros o cartón  de respaldo; marco adecuado; manejo adecuado y embalaje cuidadoso; exhibición y almacenamiento adecuados.

 

Pasos a considerar

Si es necesario mover una pintura, planifique la mudanza cuidadosamente y con anticipación. Previamente, asegúrese que la obra y el marco sean lo suficientemente estables. Fotografíe la pintura y observe cualquier problema en su estado, para todo esto se sugiere utilizar guantes de algodón o látex.

 

Los embalajes son esenciales para garantizar que la pintura llegue a su destino en óptimas condiciones,  pues  proporciona seguridad física durante el tránsito. Es recomendable el uso de polietileno burbuja, cartón grueso, cintas autoadhesivas y cajas de madera, indicando que se trata de un producto frágil.

Dependiendo de la fragilidad de la obra, la duración del viaje, las condiciones ambientales durante el trayecto y los requisitos de manipulación, utilice materiales de aislamiento como espuma, para absorber golpes y vibraciones. También, se pueden colocar capas de cartón por encima y por debajo de la pintura, especialmente, si no hay una tabla de respaldo.  Si una pintura está vidriada, es decir detrás de un vidrio, es recomendable aplicar una cinta protectora de baja adherencia, en un patrón de cuadrícula a la superficie exterior del vidrio, para mantener los fragmentos en su lugar en caso de rotura. También puede utilizar material absorbente de golpes, como primera capa de envoltura alrededor de la pintura: lámina de mica, seguida de plástico de burbujas o espuma fina de polietileno. Finalmente, etiquete la caja.

 

Al llegar a destino, de preferencia use guantes antideslizantes para tomarla, evitando contacto con la  cara pintada o la espalda abierta. Quite los muebles y otros impedimentos de su línea de recorrido.

¿Cómo exhibir?

Proporcione una superficie acolchada sobre la cual apoyar la pintura antes de colgarla. Los marcos de por sí brindan una protección significativa a una pintura, por lo mismo, también  requieren de cuidado al momento de instalar los cáncamos, si  no tiene un marco o un sistema de soporte adecuado, debe colocar un cartón rígido, para exponerla de manera segura. Coloque dos puntos de contacto en la pared, si uno falla, el segundo evitará que la pintura se caiga. 

Una instalación incorrecta causará la abrasión a la pintura en los bordes y compresión del soporte. Las pinturas no deben amontonarse y si no tiene otra opción colóquelas en forma  vertical, espaciadas entre sí,  para evitar roces y raspaduras.