Conservadora MHC: “Hoy contamos con una infraestructura adecuada para restaurar”

La restauración es una etapa importante en una pieza histórica o de arte y así lo entiende el Museo Histórico Carabineros de Chile (MHC), por eso se convirtió en una tarea fundamental desde su reinauguración en 2009. Uno de sus objetivos es ejecutar trabajos de restauración de las colecciones que resguarda, es decir: pinturas, textil y vestuario, equipos y accesorios, libros y documentos, armas, mobiliario, numismática y objetos conmemorativos, vehículos, escultura y fotografía los que se encuentran distribuidos en las salas de exposiciones y depósito de colecciones.
Desde 2010 Carolina Rosales, licenciada en Artes Plásticas de la Universidad de Chile, con postítulo en Conservación del Patrimonio Material Mueble, elabora los criterios metodológicos que se aplican a cada una de las piezas intervenidas y contribuye a incrementar la documentación técnica de la misma.
“En este escenario nació el laboratorio de restauración, una biblioteca y un depósito de colecciones. Además, se invirtió en full space con el fin de crear un archivo con todas las medidas necesarias para conservar documentos de acuerdo a la norma ISO 11.799”, sostiene la profesional.
“Hoy el laboratorio dispone del equipamiento necesario para llevar a cabo las tareas de restauración. Cuenta con microscopio, lupas, accesorios de medición (termohigrómetro, luxómetro, y medición de ultravioleta), campana de extracción y manga de extracción móvil, para desarrollar su trabajo”, explica Carolina y agrega “es un espacio donde se valora la preservación física de los objetos. En materia de pintura destacaría las intervenciones realizadas al óleo Ignacio José de Alcázar, Tercer Conde de la Marquina, la cual se exhibe en la sala Colonia del MHC y Juegos de Niños, del artista Luis Núñez San Martín. Ésta ocupa un lugar privilegiado en la sala Teniente Merino”.
Dentro de los próximos desafíos está la restauración de una escultura en bronce correspondiente al campeonato de esgrima realizado en Italia en 1933 y el texto correspondiente al himno de la Policía Fiscal, c. 1921. Lo anterior significa la aplicación de diferentes técnicas de acuerdo a las características físicas y deterioro de cada objeto.
Paralelamente, el Área de Conservación cuenta con un depósito de colecciones donde se custodia el patrimonio, el cual cumple con las medidas necesarias para su resguardo de acuerdo a la reglamentación ISO y donde se encuentran almacenadas todas aquellas piezas que no están en la muestra.
Por su parte, enseñar a custodiar el patrimonio es otra tarea que desempeña Carolina: “durante 2013 se desarrolló un flayer explicativo el cual está en el Museo a disposición de toda la comunidad. La idea es entregar pequeños lineamientos que permitan preservar las piezas a través de los años”, afirma.
En el marco de la mejora operacional la encargada del área suscribió un acuerdo de asesoría con el Centro Nacional de Conservación y Restauración: “es necesario que los museos constantemente realicen intercambio de experiencias en esta disciplina, porque permite estar atentos y evitar pérdidas patrimoniales que pueden ser irreparables”. Actualmente realizan un estudio climático en las diversas salas, para normalizar la temperatura, humedad y luz ultravioleta con el fin de conservar correctamente las colecciones.