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Himnos institucionales: una herramienta formativa

Toda organización pública es también humana, condición que da paso al desarrollo de un esquema identitario dentro del cual el binomio música y palabras, es portador de significados, reconocidos por los miembros de la cultura institucional. 

Uno de los grandes ejes del Plan Estratégico de Desarrollo Policial 2021-2028 es el fortalecimiento de la formación, lo anterior pone énfasis en la instrucción ética y muchos de esos principios y valores están insertos en los himnos institucionales. De ellos se desprende que un himno no se compone porque sí y la selección de sus versos no es algo arbitrario. 

Al interior de Carabineros de Chile existe un gran repertorio el que se aprenden, generalmente, en el periodo de formación inicial y se entona con orgullo durante ceremonias que tienen un alto contenido simbólico. Este artículo está orientado a destacar el valor icónico del himno institucional y el aporte metodológico de los maestros José Goles Randic y Jorge Rees Deramond.  

Para Carabineros de Chile su himno tiene una alta connotación, especial énfasis en su primer verso: “Orden y Patria”, pero ¿qué significa el valor esencial de esta conocida expresión? A fines del siglo XIX y principios del XX el concepto orden era muy relevante, por ejemplo en Brasil el lema es “Orden y Progreso”. Lo anterior se debe a la existencia de una corriente ligada al Positivismo y también al Darwinismo Social que sostiene que éste garantiza el progreso de un Estado-nación, entonces considerado un solo concepto. 

En paralelo, sin orden no hay patria ya que los integrantes de la nación necesitan un territorio armónico para desarrollarse. Por ello, estos versos subrayan su labor irremplazable en materia de control de orden público, la cual incluye todos aquellos operativos y actividades, cuyo fin sea prevenir la conducta antisocial a través de lineamientos orientados a respetar la normativa legal vigente, como asimismo restaurar la paz social quebrantada, aunque la letra del himno no se limita sólo a eso. Alude directamente a cinco cualidades valóricas que Carabineros de Chile ha hecho suyas, en gran medida inspiradas por la mística de su música y el contenido explícito de esta vibración: sacrificio a causa del honor, protección del débil, cobijo de la inocencia, defensoría activa del bienestar ajeno y el constituirse como Sol de justicia contra las sombras del mal.

El Himno de Carabineros de Chile fue inscrito en 1928 por el músico Arturo Arancibia con el nombre de Himno-Marcha Los Carabineros de Chile con  letra perteneciente al General de Brigada Francisco Flores Ruiz, quien fuera el primer Director de la Escuela de Carabineros y Comandante General del Cuerpo de Carabineros entre 1908 y 1921. El Oficial es padre del compositor Francisco Flores del Campo autor de la música de La pérgola de las flores de Isidora Aguirre.

Maestros y su legado
El Profesor de Coro de la Escuela de Carabineros José Goles Radnic era hijo de inmigrantes yugoslavos. Pasó su infancia en Antofagasta e inició sus estudios de piano clásico a los ocho años, posteriormente se trasladó a Santiago para estudiar Ingeniería Civil, carrera que, luego de un tiempo, abandonó para dedicarse completamente a la música. Durante su vida universitaria participó activamente en movimientos artísticos, proceso que finalizó con la fundación de “Los Estudiantes Rítmicos”, uno de los conjuntos más reconocidos de los años 40, entre sus éxito sobresale El paso del pollo. Más tarde incursionó en la composición folclórica y la defensa de los derechos de autor, explica el portal Música Popular.

Durante la década de 1960 obtuvo importantes triunfos en el Festival de Viña del Mar, en este contexto llega a Carabineros de Chile donde se desempeñó entre 1967 y 1987, gracias a la gestión del Coronel Julio Escobar Quezada, quien contaba con estudios superiores de guitarra clásica, pintura y literatura encontrando en las artes  una forma de engrandecer la Institución y de vincularla con el medio social.  José Goles falleció el 8 de junio de 1993 a los 76 años.  

Su música agrupa los recuerdos de las experiencias adquiridas y perpetuadas en cada Aspirante a Oficial,  en forma de huellas neuronales estables, a lo largo de toda la vida las que se transmiten de individuo a individuo, ya que no se conformó solo con componer, también se esforzó en incorporar los valores insertos en las letras al imaginario cultural de la Institución. 

Especial mención corresponde al  trabajo musical, editado en 1974 en un LP grabado por el Orfeón Nacional y el Coro de los Aspirantes a Oficiales de la Escuela de Carabineros, que recoge las principales marchas e himnos que hasta el día de hoy, son parte del espíritu, tradición y mística de todos los carabineros. 

Jorge Reese Deramond
El aporte musical de Goles no se podría concebir sin la posterior obra del profesor Jorge Reese Deramond, quien realizó un trabajo tenaz que se materializó en una serie de himnos compuestos, para los escuadrones de la Escuela de Carabineros, cuyo sello está en la simpleza y unidad. Entre éstos sobresale el “Himno al Teniente Merino”, cuyos versos  ensalzan su compromiso con la patria: “heroísmo dejó huellas de enseñanzas, / a los que siguen la senda de tu oficio”.

Si bien el Teniente Merino murió en esas especiales circunstancias, todos los Carabineros de su patrulla enfrentaban potencialmente los mismos riesgos y con ello la obligación de entregar la vida en cumplimiento del deber, situación que es extensiva a todo el personal, más aun si consideramos que “en la frontera está latente lo imposible /y en los hitos, la acechanza y el doblez”, como canta este himno. 

Durante 2019 el Departamento Museo Histórico y Centro Cultural publicó el Himnario Carabineros de Chile,  compuesto por 36 piezas de las cuales 16 son de autoría  del profesor  Goles y en siete de ellas escribió su letra y música. En tanto, los versos de los nueve restantes corresponden en su mayoría al maestro Manuel Silva. Sobresalen además 20 himnos de otros autores como Willy Bascuñán autor de la letra y música del himno Carabinas Cruzadas. En tanto, uno de los más poéticos y bellos Verde Legión, cuya creación pertenece a Clara Solovera,  autora de Chile lindo. 

Se suman a este himnario seis obras del director de coro, profesor y asesor cultural del Museo Histórico y Centro Cultural, Alejandro Arroyo Ríos quien se encargó de la revisión y los arreglos corales, estructurando un trabajo en forma temática con el fin de contextualizar cada cántico en relación al tiempo, espacio y la función  que desempeña en cada unidad.