La Policía y el Servicio de Identificación: métodos científicos para fichar antisociales

El interés por contar con un sistema de identificación humana se remonta a la Antigüedad y en esta dinámica juegan un rol importante el concepto de identidad y filiación, este último entendiendo como una metodología orientada a visibilizar características y particularidades humanas, para que un antisocial sea reconocido a través fotografías, impresiones dactilares, características físicas y datos civiles. Este proceso, inicialmente se ejecutó a través de métodos bastante crueles, los que se aplicaron hasta inicios del siglo XIX. Con el paso del tiempo la tecnología lo humanizó y las policías de todo el mundo fueron mejorando sus métodos.
Filiación atropométrica
En 1882 el policía francés Alphonse Bertillon creó el Primer Servicio de Identificación Judicial. La principal ventaja de este método consiste en un registro sistemático, según un plan uniforme de los rasgos distintivos de cada criminal y la clasificación de acuerdo a una base numérica que proporciona las medidas. Dentro de su metodología sobresale el retrato hablado. En 1874 el Comandante de la Policía de Valparaíso Jacinto Pinto, incorporó el uso de la fotografía, como eficaz instrumento de identificación de delincuentes, situando a nuestro entre los pioneros del continente en el empleo de la más moderna técnica de identificación y en la confección de una galería de delincuentes.
Más tarde la disciplina de Bertillon permitió la creación de una Oficina de Filiación Antropométrica, donde se individualizaba a las personas mediante la descripción de su aspecto físico. En tanto, la primera filiación se realizó el 14 de enero de 1898 a un hombre que dijo llamarse Joaquín Romero Pozo.
Al año siguiente, el doctor Pedro Barros, quien regresaba de Europa con las últimas novedades en materias antropométricas, asumió su dirección y se empezó a fichar a todos los delincuentes, con un reducido presupuesto que obstaculizaba la tarea, entonces considerada atentatoria contra los principios reinantes en un país libre. Barros dejó su puesto en 1900, pero su legado trascendió a través del Manual de Antropométrica Criminal y General.
El 14 de mayo de ese año, el Gobierno decretó que se filiara antropométricamente a todos los reos al salir en libertad de los establecimientos penales de Santiago, por cumplimiento de sus condenas.
Sistema dactiloscópico
En 1903, el Prefecto de Policía de Santiago Joaquín Pinto Concha, envió a La Plata, Argentina, al Subprefecto y abogado Luis Manuel Rodríguez a estudiar el sistema dactiloscópico, expresando en el libro de visitantes, el siguiente juicio: “Cumpliendo una misión de mi Gobierno he estudiado el sistema dactiloscópico ideado por el señor Juan Vucetich, sistema que satisface ampliamente las necesidades que se hacían sentir ante la inseguridad y mutabilidad de los datos producidos por el sistema de Bertillón. El señor Vucetich ha resuelto el problema de siglos de clasificar las impresiones digitales, pudiéndose hoy encontrar sin dilación ni dudas la ficha de identificación buscada. El nuevo sistema producirá una revolución en la comprobación de las reincidencias y está llamado a imperar en todas las policías del mundo”.
El método, ideado por el antropólogo de origen croata nacionalizado argentino Juan Vucetich y reconocido oficialmente en 1896, fue el primero que utilizó las impresiones de los 10 dedos en forma simultánea.
Le evolución de la dactiloscopía en Chile se puede clasificar en cuatro etapas: La primera se extiende hasta 1905, durante este período el Comisario de Policía de Buenos Aires, César E. Etcheverry, organizó los servicios dactiloscópicos en nuestro país. La segunda, abarca entre 1910 y 1924 y en ella se emplea el Sistema de Juan Vucetich, para la identificación criminológica. La tercera, se caracteriza por la expansión de los servicios dactiloscópicos a la identificación civil, luego de un breve período en que la Sección de Seguridad fue parte de Carabineros de Carabineros de Chile, separándose el 26 de diciembre de 1932 para transformarse en la Policía de Investigaciones dependiente del Ministerio del Interior. Finalmente, a través de la promulgación del Decreto Ley N°51 del 30 de diciembre de 1942, el Servicio de Registro Civil absorbe las tareas del Servicio de Identificación, hasta ese momento bajo la responsabilidad de la Policía de Investigaciones.
Hasta el día de hoy no se ha encontrado, entre los millones de dactilogramas clasificados por todos los servicios de identificación del mundo, dos impresiones dactilares idénticas producidas por personas diferentes, por lo mismo, el sistema es considerado el mejor en materia de identificación humana.