A mediados de la década de 1970 la Escuela identificó que varios de sus alumnos no habían concluido su proceso de escolaridad y en respuesta a las nuevas necesidades que manifestaba la población consideró necesario nivelar los conocimientos de éstos. Bajo este concepto, el 12 de mayo de 1976 entró en operaciones el Liceo Vespertino para Carabineros de la Guarnición de Santiago. El tipo de enseñanza era científico-humanista en horario vespertino de 17:00 a 22:00, separadas por intervalos de 10 minutos. Únicamente se cancelaba el arancel de la matrícula.

“La factibilidad de hacer realidad el colegio se concertó con el apoyo de la Superioridad y la ayuda y asesoría de las autoridades educacionales, bajo la directa tuición pedagógica del Liceo Fiscal N°20, dirigido por la educadora Edith Rubio” (Revista de Carabineros N°253, 16). Su habilitación fue rápida y funcional, pues se aprovechó la infraestructura del Plantel. El establecimiento aportó un inspector general, un secretario de estudios y más de 20 profesores de diversas asignaturas, lo que permitió el funcionamiento de cursos desde 7° Básico a 4° Medio. Para ingresar los postulantes rendían un examen de admisión. Así más de 300 alumnos comenzaron a recibir enseñanza vespertina.

A partir de 1977 se incorporan los familiares inmediatos, tanto del personal de la Escuela como de la Guarnición de Santiago. En 1979 asume la dirección del establecimiento el Profesor de Filosofía Luis Silva Basualdo; mientras, los resultados obtenidos eran positivos, numerosos alumnos y también sus esposas e hijos obtuvieron sus licencias secundarias y varios funcionarios ingresaron a la universidad. El 1 de febrero de 1982 fue traspasado a la Municipalidad de Ñuñoa.

En 1984 contaba con 314 vacantes y cursos de 45 alumnos los que podían participar en una amplia gama de actividades extra programáticas como el conjunto folclórico, la revista literaria anual y diversas actividades deportivas. A fines de ese año su infraestructura consideraba un gimnasio, multicancha, biblioteca, un laboratorio de química y un aula magna. Con el paso del tiempo, nuevas instituciones se sumaron para sacar adelante este proyecto. El artículo “Más estudiantes para un mejor mañana” de la Revista de Carabineros señala que “desde 1999, año en que se suscribió el convenio con el Liceo El Prado 4.074 personas entre carabineros y familiares completaron su escolaridad y antes se contó con la colaboración de otros establecimientos como los Liceos B-16 y Fermín Vivaceta”, más adelante agrega que entonces eran más de “80 los alumnos que asisten a las clases de nivelación en dependencias de la Escuela de Suboficiales, quienes principalmente cursan tercero y cuarto medio en la modalidad dos cursos por año, ya que en los últimos períodos la matrícula de primero y segundo medio ha disminuido” (18).

Durante el gobierno del Presidente Ricardo Lagos Escobar la Educación Media se transformó en obligatoria, aunque los índices de quienes cumplían con ese requisito se venían cumpliendo desde antes y, por lo mismo, el Plantel ya no recibía alumnos con escolaridad incompleta.

Han pasado más de cuatro décadas desde que esta iniciativa se puso en marcha y mirando en retrospectiva es gratificante observar el interés de la Institución por contribuir al cumplimiento de los sueños de su personal.