Los personajes de la fusión

Al hablar de la creación de Carabineros de Chile en 1927, siempre tendemos a personalizar este acontecimiento en la figura de Carlos Ibáñez del Campo, Coronel de Ejército y Vicepresidente de la República al momento de firmar el Decreto con Fuerza de Ley N°2.484 que fusionó los servicios de las Policías Fiscales y el Cuerpo de Carabineros. Sin embargo, la unificación no fue el trabajo de una persona, sino de varios que pusieron a disposición de este proyecto sus habilidades y facultades, para intentar realizarla de la manera más armónica posible, considerando las diferencias culturales entre las instituciones involucradas.
Probablemente, el que pasa más desapercibido es el Capitán de Fragata Carlos Frödden Lorenzen, quien firmó el Decreto con Fuerza de Ley N°2.484 que fusionó los servicios de policías y carabineros, mientras ejercía como Ministro del Interior Subrogante, cargo que desempeñó desde el 8 de abril de 1927.
Sobresale el Coronel de Ejército Fernando Sepúlveda Onfray. El oficial fue Director de la Escuela de Carabineros en 1922 y se desempeñó como Director del Personal en la etapa inmediatamente posterior a la fusión. Luego, ascendió a General y asumió como Director General de Carabineros de Chile, entre 1929 y 1930.
Otro personaje importante del Ejército es el Coronel Aníbal Parada Pacheco, quien asumió tras la fusión como Jefe del Cuerpo de Carabineros Santiago, posterior Prefectura General y el 27 de septiembre de 1927 aceptó el cargo de Director General de Carabineros de Chile, cuando se crea esta Alta Repartición, siendo el primero en desempeñar este cargo.
Finalmente, el Mayor de Ejército Eduardo López Donoso, quien al momento de la fusión era Director de la Escuela de Carabineros, debió enfrentar la llegada de los Aspirantes a Oficiales de la Escuela Policial y materializar la unión de ambos planteles. Se mantuvo en el cargo hasta el 18 de enero de 1929.
En este plano, la figura más relevante es el Coronel de Carabineros Arturo Norambuena Riquelme, quien, en palabra de Armando Romo, Oficial de Policía que vivió el proceso, fue “el alma de la fusión”. Se preocupó de organizar los primeros pasos desde el importante puesto de Director de la Dirección y luego del Departamento de Orden y Seguridad, siendo el primero en desempeñarlo. Se mantuvo en el cargo desde el 28 de mayo de 1927 hasta el 27 de septiembre de 1927.
Otro de los personajes de esta institución que pasaron a Carabineros de Chile y desempeñaron roles claves, fue el Coronel de Carabineros Luis Marchant González quien, junto a Norambuena, preparó las primeras labores administrativas, para el rodaje de la policía fusionada, haciéndose cargo de la Brigada de Ferrocarriles.
Otro personaje de importancia fue el ex Comisario Humberto Contreras de la Vega, quien pasó como Teniente Coronel a la nueva institución y adaptó los reglamentos policiales desde su puesto de Director de Orden y Seguridad, al que accedió al suceder al Coronel Norambuena.
El Coronel Carlos Dinator Espínola, Director del Personal al suceder al Coronel Sepúlveda; el Mayor Armando Romo Boza, Subdirector de la Escuela de Carabineros; el Comandante José Rodríguez Villela o el Teniente Coronel Alfredo Rojas Ansieta, quien desempeñó el cargo de Director de Orden y Seguridad por largos años tiempo, después del Comandante Contreras, son otros nombres de policiales que tuvieron gran injerencia en los primeros años de Carabineros de Chile.