Ser carabinero, el sueño de muchos niños

La infancia es una etapa que marca la vida de la persona, por lo mismo, deben potenciarse las áreas sociales y afectivas, para que así logren generar autoestima y seguridad ante el futuro. Es corriente escuchar entre los más pequeños que les gustaría ser carabineros cuando grandes esto, porque se impresionan con vehículos veloces con luces y sirena, sofisticadas tenidas y armas, más la romántica idea de combatir el mal como un superhéroes. Pero también existe otra realidad, aquellos que no quieren serlo, ya que sus padres los amenazan con que se los van a llevar si se portan mal o no comen, emulando al carabinero con el ‘cuco’ o el ‘viejo del saco’.
Esta realidad fue identificada por la educadora de párvulos Julieta Duhart, quien es casada con el Sargento (r)1° Patricio Aguilera. A fines de la década de 1990 se desempeñaba en la Escuela La Villa G-69 de Los Sauces. “En 1999 formé, con el objetivo de mostrar una imagen positiva de la Institución a los alumnos, un Escuadrón Infantil de Carabineros, pues me di cuenta que algunos padres habitualmente asustaban a los niños, en su mayoría vulnerables, con los carabineros. Mi intención era mostrarles que son sus amigos y pueden confiar en ellos si tenía un problema. El primer desfile lo hice en mi escuela para un 27 de abril, con uniformes de papel crepé”.
El proyecto fue exitoso, luego desfilamos en Angol donde había varias instituciones, ahí conocí al Coronel Gustavo Castro Arriagada, más tarde General Inspector. Él me ayudó a continuar con esta actividad en mi nuevo trabajo, la Escuela E-77 Gustavo Vásquez Díaz de la misma comuna. Ahí formé un escuadrón integrado por 77 niños que cursaban entre kínder y cuarto básico.
El Teniente Aguilera recuerda su participación en este escuadrón como una etapa muy importante de su infancia, la cual le permitió tener absoluta claridad de lo que quería, para su futuro. “A los ocho años y motivado por mi participación en este escuadrón, que lideraba mi madre, más la motivación que me entregaba mi padre, decidí ser Carabinero y mi familia lo recuerda. Desfilar era increíble, igual me ponía nervioso, pero era agradable escuchar los comentarios de los asistentes: ‘Oh, mira los niños’. ‘Mira el que va en moto’. Ese era yo”, sostiene con orgullo.
Julieta aún mantiene el deseo de reactivar esta actividad. En tanto, al interior del Museo se ha transformado en algo habitual recibir, principalmente, durante abril visitas de colegios con alumnos caracterizados de Carabineros. Durante la última celebración del Día de los Patrimonios, un punto significativo fue la espontánea llegada de niños vestidos con impecables uniformes. Lucila González, se presentó con una tenida de parada que sus padres le regalaron para el Día del Carabinero; mientras Facundo Silva, quien pertenece a una agrupación de niños uniformados, vino con el traje operativo de GOPE: “Cuando grande quiero ser Carabinero”, sostuvo y quien sabe si el día de mañana ellos, al igual que el Teniente Aguilera integren las filas institucionales.