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Suboficial Leonel Guzmán: “Mientras existan caballos deben existir marengas”

“Es mi caballo blanco como un amanecer…”. Así comienza una de las tantas canciones que ilustran la amistad entre este disciplinado animal y su dueño, por lo mismo, no es extraño que tenga un rol protagónico dentro de la función policial. A fines del siglo XIX y en las primeras décadas del XX el principal medio de transporte que utilizaban las Policías Fiscales y el Cuerpo de Carabineros era este, por lo mismo, es una de las especialidades más antiguas al interior de la Institución. Hoy la Instrucción Montada es vista como un área de profesionalización y se imparte en el Grupo de Caballería de la Escuela de Especialidades, para realizar servicios policiales montados y actividades ecuestres. Al interior del Grupo de Caballería hay 180 ejemplares los que participan en tareas de  servicio policial montado, cuadro verde, caballos para instrucción de los cursos, equipo de competencia de prueba completa y caballos para equinoterapia, pero ¿cuáles son los cuidados que necesita un caballo, para apoyar la función policial y quiénes cumplen esta labor? 

Marengas: Maestro Enfermero y Herrador de Ganado
Los Marengas o Mariscal Enfermero de Ganado son los encargados del cuidado de perros y caballos al interior de la Institución. El Reglamento de Veterinaria y Fomento Equino de Carabineros de Chile N°13, en su artículo 11 señala que “el personal que haya aprobado el curso de la especialidad desempeñará las actividades propias de Herradores-Enfermeros de Ganado”. El Suboficial Leonel Guzmán Riquelme, cumple con lo establecido en la normativa. Realizó esta especialización en 2008, la cual se prolongó por un año, y lleva 13 ejerciendo esta tarea, previamente realizó el curso de Instructor Ayudante de Policía Montada. Desarrolla su trabajo en medio de fraguas, yunques y una serie de herramientas específicas. Amable, sereno y muy seguro de sus conocimientos, relata cada proceso en forma pedagógica.  

“Nosotros somos técnicos en enfermería de ganado y caninos, es decir de todos los animales de Carabineros. En Santiago estamos más divididos. El Grupo de Caballería cubre a los equinos y el de Adiestramiento Canino a los perros, pero todos los marengas hacemos el curso en la Escuela de Especialidades y estamos capacitados para atender a los dos, aunque nos vamos especializando de acuerdo al trabajo que nos toque desarrollar”, explicó, el suboficial Guzmán.

El Curso de Enfermero y Herrador de Ganado habilita al personal de Nombramiento Institucional en el manejo de técnicas de herraje, cuidado, atención alimenticia y sanitaria de la dotación caballar de la Institución, para el buen rendimiento en el desarrollo de los Servicios Policiales y actividades deportivas ecuestres, además ha congregado a becarios de Argentina, Colombia y Guatemala.

La malla curricular contempla: Práctica de Herraje, Sanidad e Higiene Ambiental, Podopatología, Anatomía y Manejo Clínico Equino y Canino, entre otras asignaturas que le permitirán brindar atención primaria, bajo la indicación médico veterinaria.

-¿Cuál es el origen de los marengas?
- Esta ocupación nace en el Ejército, antes de la creación de Carabineros de Chile, y el término se remonta a la época en que el enfermero de ganado hacía la herradura con hierro y a fuego la amoldaba, preparaba el casco y colocaba. Ahora viene hecha. Sin embargo, mientras existan caballos deben existir marengas, porque no hay otra especialidad que efectúe esta labor.  

La revista de Historia Militar N°16 (2018) en “Distintivos de Veterinaria” señala que “este servicio, nacido al alero de la necesidad de tener profesionales competentes en esta área, está ligado a la creación de la Escuela Militar de Veterinaria en 1898, la que se instaló en 1903 en la Escuela Práctica de Caballería”.

-¿Por qué quiso ser marenga?
- Crecí junto a los caballos. Mi papá herraba, porque era trabajador agrícola. Sin embargo, el acercamiento desde una concepción más profesional, está más ligado a la madurez y al inmenso amor que siento por estos animales, el que materializo velando por su bienestar.

Esta es una linda especialidad, me gustaría que hubiera más postulantes al curso, ya que la Institución necesita enfermeros de ganado, más ahora que se creó el área de Higiene Ambiental, es decir también fumigamos, desratizamos y realizamos otras funciones en este ámbito, por lo cual el campo laboral es amplio. Es un trabajo duro, pero gratificante.

-¿Cuáles son las responsabilidades de un marenga?
- Aunque nuestras responsabilidades son claras y establecidas en el Reglamento N°13, nuestro día a día está lleno de aprendizaje, porque los caballos tienen su temperamento el cual varía, por ejemplo, si lleva mucho tiempo en la pesebrera se puede colocar nervioso, asustadizo. Hay que tener paciencia, pues son animales de presa y si se sienten amenazados puede tener una mala reacción. 

Con relación a su alimentación esta es muy estricta y balanceada para que mantengan una condición corporal adecuada. Se compone de seis kilos diarios de heno de alfalfa y tres de avena, distribuidos en tres raciones. La idea es que todo vaya remojado, porque se trata de un animal de pradera, que busca el pasto verde. 

Desde que la yegua queda preñada colaboramos con los médicos veterinarios. También contribuimos con la salud preventiva del animal, esto implica estar atentos al programa de vacunas, el cual es muy riguroso, y los antiparasitarios, todos tienen una ficha clínica conectada a un chip que llevan en la cruz. 

Otro aspecto está relacionado con el espacio, porque necesitan correr, buscan libertad y nosotros los apoyamos para ello. También colaboramos en una emergencia. La enfermedad más corriente de los caballos es el síndrome de abdomen agudo o cólico, si esto no se  detecta a tiempo el desenlace puede ser fatal, otras patologías son las osteoarticulares a lo que se suman fracturas y heridas. Es importante destacar que ellos no participan en procedimientos de control de muchedumbre, salen a la calle con medidas de protección, para cumplir, principalmente, funciones de acercamiento a la comunidad, lo que implica un proceso de preparación  prolongado comparado con un ejemplar canino.

El citado reglamento en su artículo 12 indica que serán obligaciones de los Herradores-Enfermeros de Ganado: a) Atender el ganado y perros policiales enfermos o lesionados, de acuerdo a las instrucciones del Oficial de Veterinaria; b) Realizar tareas en los ámbitos de higiene ambiental o control de alimentos, en conformidad a normas e instrucciones del Oficial de Veterinaria; c) Cambiar el herraje de caballares y mulares; d) Mantener un registro cronológico del proceso reproductivo del ganado fiscal y e) Colocar las marcas y números de filiación a fuego u otro sistema, que debe llevar el ganado fiscal, las que han de mantenerse legibles.

- ¿Cómo se coloca una herradura?
- Herrar a un caballo es un proceso natural, que no le genera dolor, por el contrario el produce bienestar y se realiza cada 40 días, ya que el casco crece alrededor de ocho milímetros en ese tiempo, nosotros recortamos esa parte para que la nueva herradura lo proteja. Es importante que el ejemplar tenga buen equilibrio, porque uno le toma una mano y debe apoyarse en las otras tres patas y esto se sustenta en la confianza que genera con el marenga. 

Con el paso de los años la tecnología en esta materia ha avanzado. Mi papá usaba martillo de madera, ahora hay un sinnúmero de herramientas que ayudan a esta labor y hace el trabajo  más aliviado.

Todo este proceso, invisible para la ciudadanía, permite que vivamos en un ambiente armonioso y a la vez disfrutar de estos caballitos que, según la canción de Francisco Flores del Campo, son el amigo más fiel.